pasantero ha vuelto

Hola amiguitos, ya estoy de nuevo aquí, sé, por vuestros mails, que deseais volver a ver que publico mis escritos, saber que estoy vivo y que no me ha atropellado un tranvía como a Gaudí (ahora pensareis "qué tiene que ver Gaudí con tu regreso?¿", pues mucho, empezando por que ambos somos, bueno él era, genios).... Bueno el caso es que estoy de vuelta y no sé muy bien para qué, aquí reside el problema de los blogs, que millones de letras , o trillones o yo que sé se quedan obseletas navegando sin rumbo por el espacio o los cables, es lo que tiene el tema de la autoedición, ahora cualquier patán puede escribir y pensar que es un genio, que yo lo soy, está claro, lo que no está tan claro es si tengo algo interesante que explicar, y la verdad es que no hay gran cosa... seguramente si os hablo de mi última experiencia sexual os atraería el tema y lo leeriais mientras os tocais vuestras sardinas y vuestras almejas, no os voy a dar el gusto, pensad e imaginad, no seais tan gandules ni tan perezosos.
El otro día me encontré con un señor por la calle que me dijo que le recordaba a su hijo, yo no le contesté, el hombre tenía unos 85 años y era de tez blanca y sonrisa de teletienda, iba bien arreglado y acicalado, su perfume lo delataba y sus pantalones de lino también, era un abuelito encantador, seguramente trabajaba en alguna serie de abuelitos o algo así, parecía un gentleman, pero yo no me amilané y le contesté que ya era mayorcito para ser tan maricón, se llevó la mano a la boca como asombrado o bien pidiendo disculpas, no soporté ese gesto, miré alrededor, no pasaba nadie, nadie nos veía, solos él y yo en medio de las ramblas, le estampé mi puño en la barriga y luego le arreé una patada en los cojones, salí por piernas por que ya no quiero más lios con la policía y me escondí en un bar cercano al que nunca había entrado, "cristal marino" era el nombre del bar, allí me atendió una rubia con pinta de prosti......, bueno ahora no puedo continuar la rubia me está haciendo un masaje en los pies

Braulio se pregunta

El primer rayo de sol se ha posado en mi párpado y me ha obligado a desperezarme. Úrsula, mi dueña, roncaba a pierna suelta, bajo el limonero, en la hamaca brasilera. Ahora que comienza el calor, ella y yo solemos tumbarnos a tomar la fresca al amanecer, después del canto de los gallos. Nos levantamos adormilados pero decididos, ella delante enseñando el camino, yo detrás, olfateando sus huellas. Pero hete aquí que por un error de cálculo al estirar mis patas encendí la radio (entiendan que mis dedos son cada vez más precisos con la tecnología) y oh, sorpresa, uno de los estúpidos se puso a tocar el piano desde Málaga. Lo reconocí inmediatamente porque:
1. Tengo un exquisito sentido del oído y del olfato y me gusta el jazz. Evidentemente, el olfato no sirve para nada en este caso, pero mi delicado sentido musical para con todas las músicas del mundo (y no sólo para las chacareras de mi dueña, que no sólo me gustan sino que me hacen aullar) me ayuda a identificar el nublado. Y ustedes dirán: ¿qué es el nublado? Y yo respondo: cualquier malagueño sabrá responder, o mejor, esto viene de épocas remotas en las que existían cafeletras, marios tropezones y pianos muertos.
2. A pesar de que Miguel Pérez parece haber desaparecido del blog, he llegado a pensar (no se asombren de mi inteligencia, no se molesten con cumplidos), mientras dejaba que la big band me inundara de imágenes de plumas y sombreros, de película muda, que en realidad todos los colaboradores son Miguel Pérez y que todo esto no es más que una estrategia de simulación para cazar estúpidos.
3. Y yo me pregunto (porque los perros también dudamos, e incluso, muchas veces, llegamos a fingir la duda para formular preguntas retóricas): ¿Es que Miguel Pérez es un enormísimo estúpido? (Y ustedes dirán: vaya, vaya con Braulio, y sustituirán “estúpido” por “cronopio” y entonces las babas del diablo volverán a enredarse en Málaga y a entretejer recuerdos).
Enredado como estaba con los primeros rayos de sol en mis párpados, con las babas del sur, volví a quedarme dormido. Y soñé que era un perro malagueño atrapado en un picasso, y que un grupejo de festejantes literarios escupía bocanadas de humo y risas. Desesperados, tal y como suelen vivir la vida esos tipejos, y limítrofes, fantaseando con salirse del cuadro, se han ido cantando, botella de tinto bajo el brazo, y se han perdido en la alameda hasta hacerse infinitos.

La espuma de la noche

La noche estaba cubierta por una nube gris que amenazaba con explotar de un momento a otro; sin embargo decidimos ir caminando y hacer caso omiso a la luz verde de los taxis, a sabiendas de que era tarde. Nos dirigíamos desde el paseo marítimo a la sala Bebop, un magnífico club de jazz de la Malagueta, donde la noche anterior Jerry Gonzalez amenizó la velada. Cruzamos el Paseo de los curas esquivando a diversos grupos de jóvenes que hacían sus botellonas tranquilos, y llegamos a la sala con una hora de retraso. En la puerta un cartel indicaba el espectáculo de esta noche: 'La orquesta de Miguel Pérez'. Al entrar nos dieron ( puesto que iba acompañado por mi querida musa, hermosa creación) dos consumiciones curiosas: tomamos dos Miguel Pérez "sin hielo, por favor" antes de entrar (entrada a 5 euros, ¡una ganga!). Luego una vez dentro nos la vimos cruda para encontrar un lugar donde disfrutar de medio concierto. Nos sentamos junto a Antonio, intelecto personificado, y junto a Fali, de quien sé, sin miedo a equivocarme, que guarda por dentro un genio suicida feliz: "soy feliz, y me voy a pegar cuatro tiros en el culo", decía mientras se movía como un barco. Por otro lado, Dani estaba en mil sitios a la vez, y cuando pensaba que estaría en la barra ya se había desplazado sigilosamente a la sala de los artista. A Dani le perseguía un teléfono móvil que no le dejaba campo libre a su oído izquierdo, "érase un móvil pegado a un hombre", y resultó que tras ese móvil, a unos kilómetros más al sur, estaba el propio Miguel escuchando todo cuanto acontecía en la Bebop. A Antonio se le agotaron las palabras para sorprender a una chica rubia que acompañaba a Fali y decidió por tirar la música por el retrete. Los músicos comenzaron a colocarse en sus respectivos lugares, y la luz se hizo más tenue, como una nube. Y comenzó al fin la música. El público gozaba, disfrutaba con las notas, el ritmo, el swing, los pasodobles, las marchas fúnebres, el cante jondo, las maracas, etc. Y la música seguía. Fali acompañaba con su excéntrica voz a cada una de las canciones, puesto que las conocía como si las hubiera cagado él mismo. La orquesta de Miguel Pérez sin su director en el escenario; sin embargo el escenario era todo Miguel, y cada uno de los músicos era una parte física de su director; una sensación mística. En la mesa se acumulaban las botellas vacías de cerveza, el cenicero repleto de colillas. Miguel pasaba de mano en mano mientras las acompasadas notas se agolpaban en nuestros tímpanos. A Fali se le ocurrió la idea de hacerse un bocadillo de piano con mayonesa; a mí no me disgustó la idea, aunque prefería unos panchos. Todo el público estaba encantados, pero no entendían nada. En el techo de la sala se agolpaban las notas musícales con doble filo, cada vez más y más; el público pedía otra canción, y otra... Estaba a punto de terminar el concierto cuando el saxo dió el último do que rompió con la constelación musical, amenazante como la nube de fuera. Lo inevitable estaba por venir: todas las notas agolpadas encima de nuestras cabezas se precipitaron al público. Nadie quedó a salvo. Nadie se salva de la música de Miguel Pérez, que siguió disfrutando de su venganza desde el otro lado. Yo, entretanto, me fui muriendo mientras tomaba el último sorbo de espuma que le quedaba a la noche y daba mi último beso a mi musa.

A la sombra de un ciprés III

He de informarles, primeramente, que mi estado de salud ha mejorado considerablemente en estos días de reposo. Al menos así lo piensa mi trasero. Entre tanto, durante todo este tiempo, he tenido el enorme placer -tan difícil de ejercer en la época en la que vivimos- de pensar libre y llano. La primera decisión, sana y liberalizadora por cierto, fue la de tirar el televisor por la ventana.Lo lancé sin pensar, arrebatado por un sentimiento de ira enorme. ¡Y qué desparrame de circuitos! Luego me quedé un rato mirando su esqueleto extendido, sus cables desparramados por el suelo... y sin embargo, me pareció aún escuchar cómo se quejaban los comentaristas, los actores de series, ¡incluso los de publicidad! No tuve más remedio, por tanto, que cerrar la ventana, vaya a ser que quieran invadir mi espacio vital; y no sería agradable encontrarme con Ana Rosa Quintana en el baño mientras uno hace sus necesidades. La siguiente decisión no fue menos fácil que la anterior: qué hacer con mi vida. Hablo de manera profesional, por supuesto. Para esto, dispuse de una pequeña libreta con la intención de hacer unas anotacionas al respecto:

a) debería ser un trabajo con un grado elevado de satisfacción. Es decir, algo que a la hora de hacerlo, no me produzca el desencanto de estar perdiendo el tiempo.
b) que no me lleve el 60% de mi vida encadenado a horarios, obligaciones, etc...
c) que me de la posibilidad de enriquecerme en todos los sentidos.

Tras estas anotaciones, comencé la búsqueda por las páginas de internet, un trabajo acorde a mis pensamientos. Sin embargo, todos fallaban sobretodo con el apartado b. Así que tras varios días de búsqueda creo haber encontrado mi profesión: de desempleado. ¿Qué me decis? Bueno ¿verdad? Por lo tanto, os informo que ahora dispongo de todo el tiempo del mundo, y que no pienso vender mi alma a ningún precio a una de esas empresas "lider en el sector". Así es la vida ¿no?. Más hermosa a la luz del día.

Estupido buska profesor de bateria

Buenas!

Me llamo Pepe y soy de Barcelona.

Te escribo este mail, por ke vi ke te ofreces para dar clases de bateria en
la pagina de ATIZA. Pues veras, estoy interesado en aprender algo mas de
este instrumento. Tengo 26 años y llevo unos diez años tocando, se puede
decir ke nunca he tomado clases de bateria y por tanto mis manos no conocen
la palabra tecnica. Solo he tocado death metal y estilos derivados y debido
a mi edad e inquietudes, ya no kiero vivir se esto, ni ser una marina
tocando… jejeje… simplemente kiero aprender a correr un pokito mas entre las
timbalas. No se cuantos años seguire de grupo en grupo tocando como hobby,
asi ke solo kiero aprender lo justito para hacer con mas precisión lo ke me
gusta, es decir, no kiero aprender: armonia, lectura de partituras, el ritmo
de bosanova, llevar una claca perfecta o miles de recursos ke ofrece este
gran instrumento. Solo kiero aprender a: sentarme en la bateria
correctamente, a ke no me entre la “tendinitis” en los brazos después de
tres canciones, y hacer redobles como un hombrecito, ke ya va siendo hora,
después de tantos años haciendo ver ke toco la bateria.
Resumiendo, solo kiero coger un pokito de tecnica en la pegada, supongo ke
sincronizacion y miles de consejos utiles ke me puedas mostrar para coger un
pelin mas de velocidad sobre las timbalas.

Una vez intente tomar clases de bateria, pero a los dos meses me ralle un
poco del tema con el: un, dos, tres, cua… porke soy un garrulito de este
instrumento y aunke tengo paciencia y mucho interes en lo ke hago, solo le
kiero dedicar el tiempo y ganas precisas a las cosas que me gustan y no ser
un virtuoso de la bateria.

Pues eso, no kiero rallarte mas con mis explicaciones, y como: una imagen
vale mas ke mil palabras, he buscado en el You tube un par de videos
caseros, para ke veas lo ke estoy interesado en conseguir llegar a hacer…
con eso me conformo… jejeje

El primer video es de un Frances ke va de “ke hace clases de bateria
caseras”, con conseguir hacer hasta la mitad del video me conformo… y el
segundo video es de un tio en su casa, busco llegar a hacer ese tipo de
redobles que se marca el tipo de la mitad de video en adelante…


http://www.youtube.com/watch?v=f3aHPoHty1U

http://www.youtube.com/watch?v=eHn-Zt37PWU


Pues eso, si despues de ver los videos, crees ke me puedes enseñar a hacer
lo mas parecido a eso y si te apetece intentar domar a un tio con vicios de
hace diez años: aki tienes tu alumno. Ya se ke debere aprender primero a
coger bien las baquetas, pero una vez me sepa sentar bien y no doblar mucho
la muñeca mi objetivo solo es coger velocidad… valep?

Pues muchas gracias.. por aguantar este rollo, pero no kiero perder el
tiempo haciendo entrevistas personales si ni tan siquiera sabes lo ke es el
Death Metal o no conoces estas tecnicas para hacer el blast beat:
tatatatatatatata….. jajajaja…
Nos vemos, espero tu contestacion a este mail, te interese o no:

Un saludo.

A propósito de días lluviosos

Ustedes comprenderán que los días como hoy nos traen alegría, eso generalmente, porque crecen las verduras y las vacas pastan aquí en el campo, y los limones se agrandan. Pero a mí (y tengo a Braulio por testigo) me ha tocado ponerme a llorar como el cielo. Más que llorar, que puede que exagere un poco, me puse triste. Sí, desde ayer. Será que ya estoy vieja (y algunos dicen que deje de repetirlo, que de tanto decirlo voy a acabar haciendo crecer las arrugas, como las verduras bajo el agüita de la lluvia), será que se me va secando el corazón y me da pena, ay, penita mía. Más que pa chacareras hoy estoy para vidalas, y Braulio me ha dicho que deje de lamentarme por lo que el tiempo se llevó. El tiempo, mis testarudas decisiones, mi salud emocional... En fin, como dice el limonero cada vez que me quiere cobrar los limones de la siesta, que la cosa no está para tirar flores al chancho. Y vete a saber si ando pensando en el finado, en el rayo que lo partió en dos. Lamentando que el destino me haya ayudado a olvidarlo. Homenajeando mi último luto...
La conclusión me la dio Jaime Roos con su candombe: adiós juventud, adiós carnaval. Y esa es mi pena de hoy.