Sr. Miguel Pérez ¡!

En esta oportunidad me dirijo a Uds. para presentar una queja, es decir nos dirigimos a Uds.….. A propósito, es importante aclarar que hace un tiempo y debido a eso mi ausencia en el blog, comparto mi vida integra y totalmente con Gladys, y como Uds. entenderán al día le faltan horas para compartir, cuando uno esta enamorado y este es uno de los motivos de mi/nuestra queja. Antes de seguir es importante confesarles que me encuentro renovado y no estoy dispuesto a perder o compartir a mi compañera, en ninguna circunstancia y bajo ningún pretexto, siendo esta mi decisión, se que la única forma de conseguirlo es vivir pendiente de ella, no perderle rastro nunca y muchísimo menos defraudarla; y ahí mi queja:
Sr. Miguel Pérez, habiendo visto su ostentosa publicidad del concierto que daría en la ciudad de Málaga, tuve la brillante ocurrencia de proponerle a Gladys, (para revivir viejos tiempos) de construir un carrito de panchos (perritos calientes) y viajar a Málaga, para poder así vender los panchos en la puerta del concierto y de paso escuchar un poco de su música.
Llegamos cansados, después de un largo viaje (en el SEAT Ibiza (nuestra ultima adquisición (se puede considerar como un bien matrimonial))), lleno de incidentes, que no voy a pasar a detallar ahora mismo y al llegar a la ciudad de Málaga, nos encontramos con una desagradable sorpresa:
El publico de Miguel Pérez NO COME PANCHOS!!!!!!!
Como es?, Sr. Pérez, que su publico no come panchos, como puede reconfortarlo el aplauso de un publico que no es capaz de disfrutar un pancho y una coca……..!! y servido por Gladis ….!!
En fin, hay gente para todo, ahora mismo los dejare por que tengo que ir a cuidar de mi princesa, ya me ausente mucho tiempo y no sea cosa que algún buitre le ande cerca. Hay que cuidar lo que uno quiere !!. La próxima, les terminare de relatar como acabo la noche, encarcelados en Málaga, con el carro de panchos artesanal, decomisado y en celdas separados !!!!!!!!
Sr.: Pérez: reflexione por favor y deje de publicitar eventos en los que la gente que concurre no conoce los grandes placeres de la vida. Espero que no lo tome como algo personal, es sabido que el publico de la música intelectual (y Ud. Parece ser muy bueno en eso) es muy erudito, pero también le falta sangre…….
(((Pido perdón los lectores por la mala redacción, es que tengo prisa, necesito ver a Gladys !!!!)))

El dilema de Odín

Cuando Odín regresó a las tierras gélidas de su reino, más allá del norte, donde el frío es insoportable, tenía una terrible congoja en su corazón, un sentimiento de culpa por el daño que había causado a su venerado pueblo debido a su falta de conocimiento. Se sentó en su sillón de hielo mirando a la nada, casi desfallecido por la angustia que le apretaba el alma. Estuvo de este modo durante meses, con la mirada vacía, perdida en los siglos de su existencia, buscando alguna luz que le causara un poco de sosiego, pero se sentía realmente perdido. Sus infatigables lobos permanecieron quietos a su alrededor durante el proceso. Odín lanzó su ira prvocando un mes de tormenta sobre el reino de los hombres. Simplemente estaba cansado de utilizar su fuerza, la violencia de su espíritu. Pasaron los años, le crecieron los cabellos y una larga barba blanca que le llegaba casi hasta las rodillas. Toda la corte divina andaba revuelta por entonces, nadie conocía el dolor que oprimía al gran dios. Cuando parecía que todo estaba perdido, un cuervo entró en la sala del Rey y precipitó su vuelo hacia Odín. -No será tan terrible- El gran dios alzó su cuerpo, despidió a los feroces lobos y aconsejó a su familia que lo dejaran solo. El cuervo graznó dos veces y se posó sobre el hombro de Odín. -La solución está en ti, mi querido cuervo-. De pronto, el cuervo removiós sus alas y cubrió el rostro del gran Rey. Un grito de dolor se expandió por todo el universo con violencia y permaneció por el infinito deambulando en forma de ráfagas de viento. Finalmente, el cuervo se separó del rostro anciano desgarrándole el ojo izquierdo. Pero el dolor fue mucho más profundo al entrar la luz de la sabiduría en su espíritu porque no solo vio el pasado que ya había sufrido sino que tuvo que soportar las desgracias del mundo por siempre. Odín mandó al cuervo que enviara su propio ojo al reino de los humanos. - Que a través de él puedan conocer su destino-. El cuervo se marchó, y Odín se quedó en su trono llorando eternamente porque no le quedaba ya nada por conocer.

Truco óptico

Sé de un hombre que sabía caminar hacia atrás con los ojos vendados. Nunca lo vi caerse. Algunos decían que era un truco óptico, y lo comprobaron con unas fotografías. Al colocarlas de forma sucesiva, aquellas imágenes mostraban que, en realidad, el hombre caminaba hacia delante y no hacia atrás. Lo de los ojos vendados no tiene ningún misterio. Siempre lo hacía en la misma acera, se había aprendido de memoria el camino.

a la sombra de un ciprés II

Miren qué mala pata la mía que cuando quise bajar del dichoso tejado con ordenador en mano, un golpe de viento me desiquilibró y caí al suelo de mi terraza desde una altura considerable, dándome un tremendo golpe de nalgas que me han dejado cao por unas semanas. No saben ustedes el dolor que sentí, y por si fuera poco, mi portátil está totalmente destrozado. Con todo, los gatos maullaban al compás de la luna, los vecinos protestaron por el ruido, y yo me cagué en todos y cada uno de ellos. Han sido unos largos días de reposo, en los que moverme era un sacrificio enorme, tengo moratones por todos lados, y para colmo, ¡mi sexo ahora no responde como Dios manda! Pero dejemos de lloriqueos y pongamos el aceite en el fuego. Veo que nuestro editor está mosca, que algunos se lo pasan pipa por las ramblas de Barcelona, y que un pianista busca desesperadamente un público que nunca está a su alcance. Por lo tanto, todo queda en su sitio, no hay blog más estúpido que éste. Y mi situación no es que tampoco sea de la más cómoda. Estoy tumbado en la cama con dolores de mil espantos; montañas de libros a mi izquierda y el mando a distancia para sintonizar la televisión que tengo justo en frente. Mi hermano me viene a visitar cada día. Entra a la habitación, me mira, y empieza a destornillarse cuando recuerda cómo he llegado a esta situación. Y para colmo de los colmos, ahora tengo un intruso que entra y sale de casa cuando le viene en gana. Maldito sean los gatos, no tienen respeto por la propiedad privada. Menos mal que he conseguido que mi hermano me dejara su portatil. Y ahora parece que internet va bien. Menos mal que la nube en forma de ciprés ya se ha disipado. Creo que esto fue el principal causante de todas mis desgracias. Por eso los cipreses son árboles que solo pueden verse en los cementerios, porque los muertos ya no entienden ni de futuros ni de augurios. Creo que un cementerio, además de ser un lugar sacro donde descansan nuestros antepasados, es una cárcel de cipreses. Salud, y hasta la próxima.